Nuestras maestras y nuestros maestros no solo enseñan matemática, alemán, música o educación física, sino que acompañan a cada estudiante a lo largo de los días, escuchando y consolando cuando alguien está triste.
Le dan una nueva oportunidad a cada día de clases y se alegran por los pequeños y grandes progresos de sus protegidos y protegidas. Inspiran a la investigación autónoma y promueven el placer por el aprendizaje.
Modelo, paño de lágrimas, héroes y personas de ciencia, - las maestras y los maestros son todo esto y mucho más.
Este año plantea un desafío muy particular no solo a las familias sino también al equipo docente, con infinidad de nuevas tareas, a las que se enfrentan con flexibilidad y paciencia.
Tanto en el encuentro virtual como en el aula, en la pantalla o en el patio – ellas y ellos están allí, con el oído atento, para nuestras alumnas y alumnos.
¡Les agradecemos su gran compromiso!