Si bien el proyecto comenzó en tercer grado, resultó tan interesante que también se invitó a los alumnos de cuarto grado a participar. La experiencia se llevó a cabo en el marco de las clases de Ciencias Naturales en alemán y fue un éxito. Los más chiquitos no sólo aprendieron sobre agroecología, sino que se divirtieron plantando y metiendo sus manos en la tierra fértil que ellos mismos compusieron.
Los de cuarto, por su parte, aprendieron a realizar una huerta con materiales reutilizados, dibujaron el calendario de siembra y separaron desechos a través de juegos.