En días previos habían estado conversando en clase acerca de las diferentes disciplinas olímpicas, de lo que surgió la idea de hacer una carrera de relevos, pero con el agregado de que también tenían que disfrazarse.
De esta manera, el disfraz le dio un carácter más lúdico a la carrera, mientras los chicos fueron incorporando léxico en alemán sobre la ropa que tenían que ponerse.