Para conocer un poco más sobre el conejo de Pascuas, los chicos vieron un par de videos en el SUM. También bailaron y le cantaron canciones al Osterhase, invitándolo a ir al Jardín. Por suerte, la llovizna no logró asustarlo, y el conejo dejó sus huellas, desparramó algunos juguetes, se subió a las sillas y mesas y se comió las zanahorias que habían dejado para él. También escondió conejitos de chocolate, que los chicos buscaron con sus canastitas por todo el Jardín. ¡Fue una jornada muy divertida y emocionante para todos!