Las dos primeras salidas prolongadas que pudieron realizarse desde 2019 se vieron favorecidas además por el buen clima. Las actividades se centraron en la convivencia y la vida en la naturaleza y se pudieron aprovechar todas las opciones que ofrecen ambos lugares.
En Tandil, primer año pudo realizar el ascenso al Cerro Aguirre, emprender caminatas por cerros bajos, recibir una introducción al trekking de montaña y a las actividades de montaña (escalada y rappel en paredes naturales), preparar cocina rústica y hacer canotaje en la laguna del Rancho. Además se realizaron juegos en la naturaleza, de integración grupal y cooperativa, un baile y fogón.
En Córdoba, segundo año hizo diversas caminatas, diurnas y nocturnas. Las actividades de montaña, cuyo grado de complejidad es mayor en los años superiores, incluyeron escalada en palestra y tirolesa. A la noche, hubo canciones en vivo y fogón y tampoco las actividades lúdicas se quedaron atrás: grandes juegos, deportes recreativos, juegos nocturnos… en resumen, iniciativas que incentivan el desarrollo de conductas prosociales, fomentando la buena convivencia, la cooperación y el compañerismo.